Wednesday, September 10, 2008

Monday, April 16, 2007

Camino al Sangay




Armamos un paseito para ver al Sangay durante semana Santa. Lastima que el tiempo no ayudo pero pudimos disfrutar del paramo en la provincia de Chimborazo.
Aqui van unas fotos del paseito.. si ha alguien le interesa tengo el contacto de una agencia de la comunidad de Guargalla que organiza el tour, te ponen mulas, arriero y guia..





Saturday, March 24, 2007

El regreso del idiota

por Mario Vargas Llosa
domingo, 11 febrero 2007

Un resumen de lo que sucede en nuestra América Latina, me parece interesante y lo quiero compartir con Uds.

Hace diez años apareció el Manual del perfecto idiota latinoamericano
en el que Plinio Apuleyo Mendoza, Carlos Alberto Montaner y Álvaro
Vargas Llosa arremetían con tanto humor como ferocidad contra los
lugares comunes, el dogmatismo ideológico y la ceguera política que
están detrás del atraso de América Latina. El libro, que golpeaba sin
misericordia, pero con sólidos argumentos y pruebas al canto, la
incapacidad casi genética de la derecha cerril y la izquierda boba
para aceptar una evidencia histórica -que el verdadero progreso es
inseparable de una alianza irrompible de dos libertades, la política
y la económica, en otras palabras de democracia y mercado-, tuvo un
éxito inesperado. Además de llegar a un vasto público, provocó
saludables polémicas y las inevitables diatribas en un continente
"idiotizado" por la prédica ideológica tercermundista, en todas sus
aberrantes variaciones, desde el nacionalismo, el estatismo y el
populismo hasta, cómo no, el odio a Estados Unidos y al "neo
liberalismo".
Una década después, los tres autores vuelven ahora a sacar las
espadas y a cargar contra los ejércitos de "idiotas" que, quién lo
duda, en estos últimos tiempos, de un confín al otro del continente
latinoamericano, en vez de disminuir parecen reproducirse a la
velocidad de los conejos y cucarachas, animales de fecundidad
proverbial. El humor está siempre allí, así como la pugnacidad y la
defensa a voz en cuello, sin el menor complejo de inferioridad, de
esas ideas liberales que, en las circunstancias actuales, parecen
particularmente impopulares en el continente de marras.
Pero ¿es realmente así? Las mejores páginas de El regreso del idiota
están dedicadas a deslindar las fronteras entre lo que los autores
del libro llaman la "izquierda vegetariana" con la que casi
simpatizan y la "izquierda carnívora", a la que detestan. Representan
a la primera los socialistas chilenos -Ricardo Lagos y Michelle
Bachelet-, el brasileño Lula da Silva, el uruguayo Tabaré Vásquez, el
peruano Alan García y hasta parecería -¡quién lo hubiera dicho!- el
nicaragüense Ortega, que ahora se abraza con, y comulga con
frecuencia de manos de su viejo archienemigo, el cardenal Obando.
Esta izquierda ya dejó de ser socialista en la práctica y es, en
estos momentos, la más firme defensora del capitalismo -mercados
libres y empresa privada- aunque sus líderes, en sus discursos,
rindan todavía pleitesía a la vieja retórica y de la boca para fuera
homenajeen a Fidel Castro y al comandante Chávez. Esta izquierda
parece haber entendido que las viejas recetas del socialismo jurásico
-dictadura política y economía estatizada- sólo podían seguir
hundiendo a sus países en el atraso y la miseria. Y, felizmente, se
han resignado a la democracia y al mercado.
La "izquierda carnívora" en cambio, que, hace algunos años, parecía
una antigualla en vías de extinción que no sobreviviría al más
longevo dictador de la historia de América Latina -Fidel Castro-, ha
renacido de sus cenizas con el "idiota" estrella de este libro, el
comandante Hugo Chávez, a quien, en un capítulo que no tiene
desperdicio, los autores radiografían en su entorno privado y público
con su desmesura y sus payasadas, su delirio mesiánico y su
anacronismo, así como la astuta estrategia totalitaria que gobierna
su política. Discípulo e instrumento suyo, el boliviano Evo Morales,
representa, dentro de la "izquierda carnívora", la sub-especie
"indigenista", que, pretendiendo subvertir cinco siglos de racismo
"blanco", predica un racismo quechua y aymara, idiotez que, aunque en
países como Bolivia, Perú, Ecuador, Guatemala y México carezca por
completo de solvencia conceptual, pues en todas esas sociedades el
grueso de la población es ya mestiza y tanto los indios y blancos
"puros" son minorías, entre los "idiotas" europeos y norteamericanos,
siempre sensibles a cualquier estereotipo relacionado con América
Latina, ha causado excitado furor. Aunque en la "izquierda carnívora"
por ahora sólo figuran, de manera inequívoca, tres trogloditas -
Castro, Chávez y Morales- en El regreso del idiota se analiza con
sutileza el caso del flamante presidente Correa, del Ecuador,
grandilocuente tecnócrata, quien podría venir a engordar sus huestes.
Los personajes inclasificables de esta nomenclatura son el Presidente
argentino Kirchner y su guapa esposa, la senadora Cristina Fernández
(y acaso sucesora), maestros delcamaleonismo político, pues pueden
pasar de "vegetarianos" a "carnívoros" y viceversa en cuestión de
días y a veces de horas, embrollando todos los esquemas racionales
posibles (como ha hecho el peronismo a lo largo de su historia).
Una novedad en El regreso del idiota sobre el libro anterior es que
ahora el fenómeno de la idiotez no lo auscultan los autores sólo en
América Latina; también en Estados Unidos y en Europa, donde, como
demuestran estas páginas con ejemplos que producen a veces carcajadas
y a veces llanto, la idiotez ideológica tiene también robustas y
epónimas encarnaciones. Los ejemplos están bien escogidos: encabeza
el palmarés el inefable Ignacio Ramonet, director de Le Monde
diplomatique, tribuna insuperable de toda la especie en el viejo
continente y autor del más obsecuente y servil libro sobre Fidel
Castro -¡y vaya que era difícil lograrlo!-; y lo escolta Noam
Chomsky, caso flagrante de esquizofrenia intelectual, que es
inspirado y hasta genial cuando se confina en la lingüística
transformacional y un "idiota" irredimible cuando desbarra sobre
política. La Madre Patria está representada por el dramaturgo Alfonso
Sastre y sus churriguerescas distinciones entre el terrorismo bueno y
el terrorismo malo, y los Premios Nóbel por Harold Pinter, autor de
espesos dramas experimentales raramente comprensibles y sólo al
alcance de públicos archiburgueses y exquisitos, y demagogo
impresentable cuando vocifera contra la cultura democrática.

En el capítulo final, El regreso del idiota propone una pequeña
biblioteca para desidiotizarse y alcanzar la lucidez política. La
selección es bastante heterogénea pues figuran en ella desde clásicos
del pensamiento liberal, como Camino de servidumbre, de Hayek, La
sociedad abierta y sus enemigos, de Popper, y La acción humana, de
von Mises, hasta novelas como El cero y el infinito, de Koestler, y
los mamotretos narrativos de Ayn Rand El manantial y La rebelión de
Atlas. (A mi juicio, hubiera sido preferible incluir cualquiera de
los ensayos o panfletos de Ayn Rand, cuyo incandescente
individualismo desbordaba el liberalismo y tocaba el anarquismo, en
vez de sus novelas que, como toda literatura edificante y
propagandística, son ilegibles). Nada que objetar en cambio a la
presencia en esta lista de Gary Becker, Jean François Revel, Milton
Friedman y (el único hispano hablante de la selección) Carlos Rangel,
cuyo fantasma debe sufrir lo indecible con lo que está ocurriendo en
su tierra, una Venezuela que ya no reconocería.
Pese a su buen humor, a su refrescante insolencia y a la buena cara
que sus autores se empeñan en poner ante los malos vientos que corren
por América Latina, es imposible no advertir en las páginas de este
libro un hálito de desmoralización. No es para menos. Porque lo
cierto es que a pesar de los casos exitosos de modernización que
señala -el ya conocido de Chile y el promisorio de El Salvador sobre
el que aporta datos muy interesantes, así como los triunfos
electorales de Uribe en Colombia, de Alan García en el Perú y de
Calderón en México que fueron claras derrotas para el "idiota" en
cuestión- lo cierto es que en buena parte de América Latina hay un
claro retroceso de la democracia liberal y un retorno del populismo,
incluso en su variante más cavernaria: la del estatismo y
colectivismo comunistas.
Ésa es la angustiosa conclusión que subyace este libro afiebrado y
batallador: en América Latina, al menos, hay una cierta forma de
idiotez ideológica que parece irreductible. Se le puede ganar
batallas pero no la guerra, porque, como la hidra mitológica, sus
tentáculos se reproducen una y otra vez, inmunizada contra las
enseñanzas y desmentidos de la historia, ciega, sorda e impenetrable
a todo lo que no sea su propia tiniebla .

*

© Mario Vargas Llosa, 2007.
© Derechos mundiales de prensa en todas las lenguas reservados a
Diario El País, SL, 2007.

Monday, May 16, 2005

Hola;

Aquí algunas fotos del paseo al reventador...